En relación a "Despidos, quiebras… ¿y alzas en ventas?", creo que hay factores que vienen desde 2013, por un lado en relación al desempleo, pero además, post-pandemia, ha comenzado a aumentar el ausentismo laboral, producto de licencias por salud mental. Según SUSESO, actualmente el 52% de las denuncias por enfermedades profesionales es por salud mental, sin embargo el 81% de estas denuncias son desestimadas por los organismos administradores. Mientras la salud mental está matando a los chilenos, a quienes no los mata los deteriora y, en consecuencia, las empresas bajan su productividad y calidad. Como la ley, hasta el 2024, miraba los problemas de los trabajadores principalmente "físicos", los psicológicos eran fácil de esconder. Hoy en día, con el decreto 44 / 2024 sobre prevención de riegos, la nueva encuesta de factores psicosociales y la ley Karin, lo que estaba escondido está saliendo a la luz, pero lamentablemente las empresa no están preparadas para pegar el salto en consideración a estos temas y menos las pymes. Por un lado, porque la salud de las personas no es el negocio de las empresa, no es tangible el impacto de tener personas enfermas trabajando, más bien un cacho. Pero como los inversionistas y altos ejecutivos no se enferman, hay que garantizarles sus bonos y rentabilidades a como de lugar, hasta que la empresa no de más y se venda a un pobre iluso recolector de desechos.
No está demás mencionar lo cobardes que son las medianas y grandes empresas que desde hace rato que no invierten en I+D; le dejan el cacho al Estado que subsidie al respecto y como ya mencionaste en otro artículo, estamos hasta las cachas de burocracia. Para luego cortarle el presupuesto.
Tienes toda la razón con el tema de la salud mental. Hoy ya no es algo que se pueda tapar y, como emprendedores, lo vivimos día a día. A veces ni siquiera es con nuestros equipos, sino con nosotros mismos: la presión de pagar sueldos, IVA, cotizaciones… te deja molido mentalmente.
Y sobre lo de I+D, concuerdo 100% contigo. En Chile los grandes empresarios suelen ser rentistas: prefieren poner la plata en malls, bancos o terrenos, en vez de arriesgarse en proyectos que puedan transformar industrias. Nos falta ese “Elon Musk chileno” que disrupte el mercado en serio.
Pero también creo que hay señales de esperanza... Lo que han hecho startups como NotCo, Poliglota o Fintual muestra que sí hay talento para crear disrupción y atraer inversión internacional. Ojalá sean estos emprendedores los futuros millonarios que empujen de verdad el desarrollo del país.
Al final, el cambio va a venir más de los emprendedores que de las grandes fortunas tradicionales. Y en eso estoy contigo: necesitamos menos rentismo y más innovación real.
Hola Emilio,
En relación a "Despidos, quiebras… ¿y alzas en ventas?", creo que hay factores que vienen desde 2013, por un lado en relación al desempleo, pero además, post-pandemia, ha comenzado a aumentar el ausentismo laboral, producto de licencias por salud mental. Según SUSESO, actualmente el 52% de las denuncias por enfermedades profesionales es por salud mental, sin embargo el 81% de estas denuncias son desestimadas por los organismos administradores. Mientras la salud mental está matando a los chilenos, a quienes no los mata los deteriora y, en consecuencia, las empresas bajan su productividad y calidad. Como la ley, hasta el 2024, miraba los problemas de los trabajadores principalmente "físicos", los psicológicos eran fácil de esconder. Hoy en día, con el decreto 44 / 2024 sobre prevención de riegos, la nueva encuesta de factores psicosociales y la ley Karin, lo que estaba escondido está saliendo a la luz, pero lamentablemente las empresa no están preparadas para pegar el salto en consideración a estos temas y menos las pymes. Por un lado, porque la salud de las personas no es el negocio de las empresa, no es tangible el impacto de tener personas enfermas trabajando, más bien un cacho. Pero como los inversionistas y altos ejecutivos no se enferman, hay que garantizarles sus bonos y rentabilidades a como de lugar, hasta que la empresa no de más y se venda a un pobre iluso recolector de desechos.
No está demás mencionar lo cobardes que son las medianas y grandes empresas que desde hace rato que no invierten en I+D; le dejan el cacho al Estado que subsidie al respecto y como ya mencionaste en otro artículo, estamos hasta las cachas de burocracia. Para luego cortarle el presupuesto.
La escasez y necesidad también es negocio.
Hola Javier,
Tienes toda la razón con el tema de la salud mental. Hoy ya no es algo que se pueda tapar y, como emprendedores, lo vivimos día a día. A veces ni siquiera es con nuestros equipos, sino con nosotros mismos: la presión de pagar sueldos, IVA, cotizaciones… te deja molido mentalmente.
Y sobre lo de I+D, concuerdo 100% contigo. En Chile los grandes empresarios suelen ser rentistas: prefieren poner la plata en malls, bancos o terrenos, en vez de arriesgarse en proyectos que puedan transformar industrias. Nos falta ese “Elon Musk chileno” que disrupte el mercado en serio.
Pero también creo que hay señales de esperanza... Lo que han hecho startups como NotCo, Poliglota o Fintual muestra que sí hay talento para crear disrupción y atraer inversión internacional. Ojalá sean estos emprendedores los futuros millonarios que empujen de verdad el desarrollo del país.
Al final, el cambio va a venir más de los emprendedores que de las grandes fortunas tradicionales. Y en eso estoy contigo: necesitamos menos rentismo y más innovación real.